jueves, 27 de enero de 2011

SI DAÑAS, TE DAÑAS...


Parvati es una de las Diosas más amorosas, benevolente y misericordiosa del Panteón Hindú.
Es la consorte de Shiva y se manifiesta como extraordinariamente compasiva. Cierto día, uno de sus hijo, Kartikeya, hirió a una gata con sus uñas.
De regreso a casa, corrió hasta su madre para darle un beso.
Pero al aproximarse al bello rostro de la Diosa, se dio cuenta de que ésta tenía un arañazo en la mejilla. - mira. - Dijo Kartikeya- , hay una herida en tu mejilla. ¿Qué te ha sucedido? - Con sus ojos de noche inmensa y profunda, la amorosa Diosa miró a su querido hijo.
Era su voz melancólica y dulce cuando explicó: - Se trata de un arañazo hecho con tus uñas. - Pero madre. - Se apresuró a decir el joven. - Yo jamás osaría dañarte en lo más mínimo.
No hay ser al que ame tanto como a ti, querida madre. - UNa refrescante sonrisa de aurora se dibujó en los labios de la Diosa. - Hijo mío. - Dijo- ¿Acaso has olvidado que esta mañana arañaste a una gata? - Así fue, madre. - Repuso Kartikeya. - Pues hijo mío, ¿es que no sabes ya que nada existe en este mundo excepto yo? ¿No soy yo misma la creación entera?
Al arañar a esa gata, me estabas arañando a mi misma.



El Maestro dice: Al herir, te hieres. A quienquiera que dañes, te dañas a ti mismo.



Autor: Relato clásico de la India.

De: Ambrosio Respet.

1 comentario:

Isabel dijo...

Me encanta. Y me la voy a grabar a fuego: A quien quiera que dañes, te dañas a ti mismo.
Un maravilloso cuento, con una gran enseñanza.